10.14.1978

La radicalización del cooperativismo (1978)

 


Es un texto que elaboré a partir de la tercera asamblea de discusión del grupo ARRE , Alternativas Radicales para la Ribera del Ebro (una metodología a la que no pusimos nombre pero que seguro que ya se la ha puesto alguien como alguna sub sub sub técnica de la Investigación Acción Participativa), celebrada el 29 de julio de 1978 en Alcanadre (Navarra). Como se explica en el texto, al final nos comimos la caldereta que habían preparado las gentes de Alcanadre, con buen vino bodeguero, escotamos a 130 pesetas para atender a los gastos organizativos, y para casa. Normalmente los debates ARRE los grabábamos y transcribíamos después, tal cual (ésa era la metodología: no añadir nada, no manipular nada), pero esa vez o porque no vimos sustancia suficiente, o por la razón que sea, que no recuerdo, optamos por no hacerlo. Yo pagué el pato, pues me tocó elaborar el texto que resumiese y sistematizase todo lo dicho. Visto ahora, y teniendo en cuenta que tenía 22 años, pues no está mal. Le quitas los clichés de la época, y creo que aporta cosas como reflexión sobre el cooperativismo. Como el texto era breve, lo incluimos junto al debate anterior, sobre los problemas de los medieros, en un único libro . Sí, nos los publicaba Hórdago. Nada más.
El dibujito de la portada es mío, el mismo que habíamos utilizado para la primera publicación del "think tank" asambleario. Los títulos completos de los debates, con pueblos y todo, como título del libro, en lugar de poner un título más "literario" y sencillo, cosas de Mario. 


".... Parece que hay dos perspectivas a la hora de entender el surgimiento y desarrollo del cooperativismo, en la segunda mitad del siglo XIX. Así, una perspectiva optimista vería a este movimiento como consecuencia de la lucha de los trabajadores, sería un instrumento de autodefensa basado en las ideas de algunos anarquistas y de algunos otros socialistas utópicos, podría así contemplarse como una conquista de las clases trabajadoras, que con el tiempo irá fraguando en los distintos países en forma de leyes “favorecedoras” del trabajo asociado. Lógicamente quienes contemplan con estos presupuestos el cooperativismo piensan que es éste un sistema de producción a desarrollar, y que toda la sociedad puede organizarse como una inmensa federación de cooperativas donde todos los trabajadores de la ciudad y los del campo estarían asociados. 

Pero hay una segunda perspectiva que, por llamarla de alguna manera, podríamos llamarla pesimista, que no ve el movimiento cooperativo con tan buenos ojos. Desde esta perspectiva el cooperativismo aparece como una inteligente respuesta que, en su momento, el capitalismo da ante el peligroso avance del pensamiento socialista.
Pero ¿cómo puede ocurrir esto? Atendamos a que las formas de producción cooperativa son, sin duda alguna formas más avanzadas que las capitalistas, a partir del momento en que los medios de producción pertenecen a los trabajadores. Pero, a la vez, viene a resultar que las  empresas cooperativas no sólo pueden sobrevivir al lado de las hegemónicas relaciones de producción de tipo capitalista, sino que además de sobrevivir conviven con ellas, e incluso, aunque degradadas ideológicamente, las cooperativas son promocionadas en algunos sectores productivos por el capital. Es el caso de las cooperativas agrícolas más usuales, que consisten en reunir la producción de muchos agricultores -que funcionan de forma capitalista para ahorrar al intermediario el tener que ir comprando el producto de uno en uno. Desde luego que también existen cooperativas industriales de producción, que objetivamente son mucho más avanzadas en este sentido que las de campo a las que nos hemos referido, pero tampoco podrían subsistir sin la ayuda de las empresas capitalistas, suministradoras de materiales o compradoras de productos de las cooperativas; por otro lado, se razona que este tipo de empresas lo que hacen es convertir a los obreros en empresarios, produciéndose un desarraigo de clase y las consiguientes contradicciones.
...."

Referencia:
Baigorri, A. (1978), "La radicalización del cooperativismo", en Baigorri, A. y Gaviria, M., eds., Debates ARRE: Renteros y medieros. Cooperativismo, Hórdago, Donostia, pp. 131-155 


6.30.1978

Ecología política y lucha de clases (1978)

Preparado inicialmente como un reportaje para la revista Esfuerzo Común (donde se publicó en 1977), hice una versión más elaborada y teórica para el premio de ensayo de El Viejo Topo, que le dieron merecidamente a un pnn emergente, Fernando Savater. Pero al sector ecolo de Ajoblanco, que acababan de fundar la "franquicia" Alfalfa, les encantó. Lo habían leído en algún encuentro que habíamos tenido sobre qué sé yo qué, y se incluyó en el extra de verano que quería ser el lanzamiento potente de la revista. 



"En abril de 1970 se celebró por primera vez en los Estados Unidos el "Día de la Tierra"; los niños de las escuelas limpiaron de escombros las poblaciones; los universitarios organizaron grandes manifestaciones, desconocidas desde 1968; por un día, y en algunos lugares, los ciudadanos reconquistaron la calle a los automóviles... 
Pero la verdadera significación de esa fecha es que con ella comienza, justamente en Estados Unidos, el gran debate público sobre la degradación del medio ambiente. La polémica y los estudios que la sustentan salen de las aulas y los laboratorios universitarios y se asientan en las páginas de los periódicos, en las pantallas de televisión. Si hasta entonces se habían planteado estudios sectoriales sobre los recursos (1), sobre la contaminación o los peligros de la tecnología (2); si desde 1968 Marcuse en América y Lefebvre en Europa venían intuyendo el problema más o menos globalmente (3), es a partir de 1970 cuando se le da 'carta de institucionalidad' al debate, con lo que comienza a adquirir también carácter político. Desde entonces al asesinato cometido por la policía francesa durante una manifestación antinuclear en 1977ha psado mucho tiempo. Desde que en 1968 Gaviria escribiese en España que "el derecho a la vivienda, el derecho a la naturaleza, el derecho a la vida urbana para todos, acabarán siendo inscritos en los Derechos Humanos" (4), hasta la creación de la Federación Ecologista han pasado casi diez largos años. 
Entre 1968 y 1970, algunos grupos y personalidades aisladas reivindican el carácter político, e incluso anticapitalista, del debate sobre el medio ambiente (5). Pero, aunque la primera formulación política del problema, desde una perspectiva de izquierdas, sería presentada precisamente por un liberal no marxista (6), la izquierda marxista no habría de tener una percepción más o menos clara de la cuestión hasta que en 1973 Hans Magnus Enzensberger publica "Para una crítica de la ecología política". A partir de ahí las elaboraciones teóricas se suceden (7), pero con una característica: todas ellas se encuentran a la izquierda de las concepciones políticas de los partidos tradicionales de la izquierda de masas (partidos comunistas y socialistas). 
(...)
Socialismo o barbarie
 
Si creemos en la validez de la hipótesis ecologista -aquélla hipótesis central que definiera  Enzensberger en 1973-, sólo veremos dos caminos, que vienen a ser confluyentes: la izquierda no podrá pretender representar los intereses de las clases trabajadoras si no se define, positivamente, sobre los problemas ecológicos, o si de su definición se desprende que no va a ir más allá de donde irían los políticos burgueses. 
Ello por un lado. Por el otro, si el movimiento ecologista pretende ser algo más que un hijo pequeño-burgués de la mala conciencia del capitalismo que, como los movimientos hippie, beatnik o contracultural, acabe siendo 'reconvertido' -en el más puro sentido ecologista del término- porel sistema cuando resulte peligroso, ha de comprometerse de lleno en la lucha política al lado de los trabajadores, practicando la crítica interna; pero no la externa, que entorpecería el movimiento socialista y confundiaría, dividiéndolas, a las clases trabajadoras.Ante la situación actual tan sólo caben dos posibilidades, excluyentes y sin términos medios posibles: socialismo+ecología o barbarie.

(...) "


Referencia:
Baigorri, A. (1978), "Ecología política y lucha de clases!, Alfalfa, Extra Verano: 26-28
Enlace al texto completo



5.27.1978

Quieren cargarse Andalán (1978)



Reportaje periodístico sobre las denuncias contra la revista Andalán. No tiene mucha sustancia

REFERENCIA:
Baigorri, A. (1978), "Quieren cargarse Andalán", Triunfo, Num. 800 (27-05-1978P Página 47



5.17.1978

Análisis socio-económico de la agricultura en el Alfoz de Burgos (1978)

Estas páginas (que están entre los primeros trabajitos que hice con/para Mario Gaviria) constituyen, además, mi primer trabajo para un proyecto de planeamiento urbanístico: el Plan Director Territorial del Alfoz de Burgos, que realizaba para el Ministerio de la Vivienda y la Diputación Provincial un arquitecto de aquellos de apellidos compuestos pero que no recuerdo. No tiene mucho de particular, aunque fue el primer trabajo en el que me embebí del concepto de competencia urbano-rural por el suelo que Mario empezaba a elaborar entonces, y que desarrollamos luego más ampliamente en los estudios sobre la agricultura de la Rioja y en el Área Metropolitana de Madrid. Como curiosidad, algunas de las recomendaciones que hacía, que felizmente coinciden con algunas iniciativas que parece que se han puesto en marcha en los últimos años, a partir de 2009. Decía Mario que las ideas sobre grandes insfraestructuras (un canal, un ferrocarril, una autopista...) tardan no menos de treinta años en materializarse. También las pequeñas infraestructuras y equipamientos parece que necesitan esos plazos de maduración.



Referencia:
Baigorri, A. (1978), 'Análisis socio-económico de la agricultura en el Alfoz de Burgos', en Plan Director de Ordenación Territorial del Alfoz de Burgos
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4.14.1978

Lanaja: una experiencia de colectivización en marcha (1978)

"Desde 1974, una veintena de agricultores se reúnen todos los viernes en un local de Lanaja (Huesca), para hablar de todo; pero sobre todo, de futuros proyectos. Planean sus actividades de la semana. Entre ellos hay agricultores a los que la falta de trabajo les obligó a dejar de serlo: camioneros, peones, albañiles, etc. Por haber, hasta hay un cura, el del pueblo.La empresa que los hace reunirse todas las semanas es apasionante. Unas 200 Has. en las que hay secano y regadío, están en proceso de colectivización..."




Referencia:
Baigorri, A. (1978), "Lanaja: una experiencia de colectivización en marcha", Andalán, Núm. 161, 14 al 20 de abril de 1978, pag. 12

Acceso al texto

3.01.1978

Huelga de frutas y verduras (1978)


Reportaje periodístico sobre la huelga de asentadores de Mercazaragoza, un poco a la manera de las caceroladas en el Chile de Allende.


REFERENCIA:
Baigorri, A. (1978), "Huelga de frutas y verduras", Andalán. Num 154  (24 de febrero al 2 de marzo de 1978), pag. 5
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2.20.1978

Los trabajos más duros (2). Los pastores (1978)

"Damián vive en un pueblo del Somontano del Moncayo. Nació pobre, y pobre espera morirse. Tiene a su cargo doscientas ovejas, que debe conducir cada día por los caminos. Sabe en qué campos pueden entrar a comer, y en cuales debe azuzar a los perros para que desvíen el ganado fuera de las lindes. Los perros lo entienden todo; para eso han nacido, y generaciones de especialistas les han enseñado a dirigir el ganado. Pero han sido los pastores quienes les han enseñado, y los siguen entrenando durante toda su vida."




En el recuadro de Mario Gaviria:
"El pastor, héroe termodinámico
Enérgeticamente el pastor es el trabajador con más productividad de toda la sociedad. Con un palo, un perro, un transistor o una lata de sardinas, consumiendo unas tres mil calorías diarias, sale al campo con 500 ovjeas y vuelve cada noche con 50 kgs. más de carne, calorías y proteínas sanas sacadas de pastos y residuos que sin el pastor la sociedad no hubiera aprovechado."

Referencia:
Baigorri, A. (1978), "Los trabajos más duros (2). Los pastores", Andalán, Num 149, 20 de enero de 1978, pag. 14
Gaviria, M. (1978), "El pastor, héroe termodinámico", Andalán, Num 149, 20 de enero de 1978, pag. 14

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2.18.1978

La nueva cuestión agraria (1978)

A partir de los trabajos que desde 1976 venía haciendo, primero periodísticos (en realidad los periodísticos empezaron antes, como corresponsal local con entregas como esta), en artículos o en la sección fija que mantenía en Esfuerzo Común (con trabajos como este), y luego con Gaviria sociológicos, me planteé en 1978 la redacción de un texto más sistemático, que pretendía convertir en libro.

Pero que se quedó en las páginas que aquí se recogen. En la adolescencia tardía que a algunos nos toca vivir (sea la genética o sea el medio ambiente, qué más da), unas palabras pueden tener un impacto exagerado. Pueden ser un aliento (Gaviria conseguía transmitir ese entusiasmo) o una zancadilla. El caso es que aquel intento de libro se quedó en un rincón, infausto para siempre.

Ocurrió que en alguna fecha indeterminada del 78, en el marco de la campaña de presentación del "Extremadura Saqueada" en colaboración con algunas alumnas y algún profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Zaragoza se montaron unas jornadas sobre Economía y Ecología con la participación de Gaviria, Naredo y no recuerdo si alguien más. Fueron 48 horas de aúpa: tras las jornadas de Zaragoza y la correspondiente cena en Casa Emilio, un poco perjudicados nos metimos en la autopista de peaje a Barcelona, creo que conducía Naredo pero es más probable que me tocase a mí. Llegamos a no sé qué hora de la madrugada, y aún más perjudicados tras alguna parada (entonces todo estaba permitido), a casa de Martínez Alier, porque al día siguiente por la mañana "actuaban" de nuevo en la Autónoma. José Manuel se iría luego con Joan, porque en ese momento lo pierdo de vista en la memoria. Comimos en una terraza de la UAB y se empotró una supongo que entonces "joven profesora" de Sociología (a mí no me parecía joven, claro está). Mario decidió pasar de una charla que tenía programada por la tarde en el Centro Aragonés de Barcelona, sobre "El Bajo Aragón expoliado", las nucleares y todo eso; así que llamó a los organizadores y me la endosó a mí sobre la marcha. Me tuve que ir corriendo a preparar unas notas, y fue una experiencia horrorosa (al menos para mí), pues además de ser de natural tímido, era la primera vez que daba una conferencia, y fue además ante una sala abarrotada hasta las orejas (entonces todo se abarrotaba). Al final de la charla apareció por la sala Mario acompañado de la "joven profesora" de Sociología y una amiga, y el día acabaría en La Paloma (que lógicamente no tenía entonces el glamour de estas fotos).

Hecho el exordio, explico por qué se quedó en unas páginas sueltas el proyecto de libro... Y es que Naredo, que siempre ha sido muy cuadriculado (en lo intelectual), qué le vamos a hacer, después de echarle un ojo a ese inicio, esas primeras páginas, me lo criticó duramente. Ahora me entraría por un oído y me saldría por el otro y simplemente aprovecharía positivamente la crítica. Pero a los 21, pues esas cosas te chafan un poco. Bueno, bastante. Y eso que, releo ahora, y me digo... ¿en qué estaba equivocado? ¡Pero si estamos ahora mismo (cuando escribo estas frases) viviendo un momento tannn parecido, y siguen siendo tannn urgentes las propuestas de entonces! Quizás termine ahora, si saco tiempo, La Nueva Cuestión Agraria.

"A partir del boom de la ecología, en los primeros años 70, la preocupación por la degradación del territorio que puede provocar la actividad más "inofensiva" a este respecto, la agricultura, ha puesto sobre el tapete de la planificación y la economía una problemática muy amplia. A la vieja Cuestión Agraria sobre la estructura de la propiedad de la tierra, sobre el modo da producción agrícola, la comercialización, los precios, el medio rural como comunidad cultural específica, etc, se ha sumado una nueva cuestión, de igual importancia, e incluso condicionante de lo anterior, y cuya resolución entraña acciones radicales a llevar a cabo sin pérdida da tiempo...."


Referencia y texto completo
Baigorri, A. (1978), La nueva cuestión agraria (fotocopia)
Acceso al texto

1.04.1978

Los trabajos más duros (1): La ciudad y los perros (1977)

"Se trata de ir descargando cubos de basura en un camión. Lo malo es cuando sopla el cierzo o hiela, y las manos se te agarrotan en los cubos; lo malo es cuando hace calor y el hedor se hace insoportable; lo malo es cuando llueve y los cubos se doblan en peso; lo malo es cuando la mierda
se te escurre entre las manos, o te salpica en la cara, o en la boca...



Hay un «cabo» que tiene amedrentados a los basureros de Zaragoza. Dicen que era barrendero, y dicen que lo ascendieron a encargado porque era un perfecto chivato y tenía muy mala leche. Dicen que gana más que nadie y que tiene un piso en León XIII y una casa en no sé dónde. «Se debe creer que va a heredar la empresa» comentan los que están a sus órdenes. Un informe suyo puede hacer que a uno le suspendan un par de días de empleo y sueldo, o le partan la jomada. ...."


Referencia:
Baigorri, A. (1977), "La ciudad y los perros", Andalán, Num 146, 29 de diciembre 1977 al 5 enero 1978, pag. 18

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1.01.1978

Extremadura Saqueada (1978)

Hay mucho escrito sobre este libro, así que (por ahora) no voy a enrollarme al respeto. Tengo en el libro varios capítulos propios, y otros compartidos. Incluyo el libro entero porque es lo más cómodo. El libro lo escanearon para la web de Naredo, así que eso que me he ahorrado.





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