4.12.1997

Notas sobre cascos antiguos y gentrificación (1997)




"Si algo caracteriza mi posición ante los procesos sociales es el optimismo. He aborrecido siempre a los apocalípticos incontrolados. Por eso no quiero que se entiendan mis palabras como asomo de pesimismo, sino todo lo contrario. 
Pero no puedo evitar terminar con una reflexión: en los últimos años, Badajoz ha sido una de las ciudades españolas de más intenso crecimiento; y, como todas las ciudades grandes -hay que distinguir entre las grandes ciudades y las ciudades grandes-, siguen ofreciendo a una multitud de desheredados un sueño de mejora en sus condiciones de vida. 
Va a resultar muy difícil recomponer las piezas de un espacio, el casco viejo, que ha jugado y sigue jugando un papel fundamental en el proceso de asimilación de esa población que afluye: será difícil mientras laas condiciones en cualquier otra parte sean visiblemente peores que las de la ciudad, y mientras la gente tenga libertad -y ojalá la tenga siempre- para trasladarse a ella. Es a ese desafío al que en realidad hay que enfrentarse: o la sociedad garantiza, a través de los instrumentos del Estado del Bienestar, un lugar bajo el sol de la ciudad a todos cuantos lleguen a ella, o a lo sumo sustituiremos el casco antiguo por una legión de asentamientos de chabolas. 
En Badajoz mismo tenemos el ejemplo: las canteras del Calamón surgieron, primero como asentamientos de chabolas, cuando todavía el casco antiguo estaba ocupado por las clases medias; es decir, cuando no disponían, como apuntaba el autor recién citado, de esas casas sólidas, bien urbanizadas, y para ellos sumamente confortables. Y acabamos de ver, apenas hace unos meses, con la trágica riada del Rivilla y el Calamón, las consecuencias de aquella ocupación incontrolada. 
(...)
Respecto a la primera pregunta, las experiencias tanto en España como en el extranjero nos dicen que sólo han funcionado con efectividad dos mecanismos, no siempre planificados:
 
a) Lo que se ha llamado la "gentrificación", esto es la reconquista del centro por parte de las clases medias ilustradas, que valoran ciertos elementos de calidad ambiental, posibilidades de desplazamientos peatonales, espacios de convicencialidad, etc. Naturalmente, cuando esto se ha producido, en los años ‘70 y sobre todo ‘80, ha sido en ciudades cuyo casco antiguo ofrecía auténtico valor histórico artístico, era fácilmente accesible para el tráfico rodado, estaba situado en una posición auténticamente central respecto de la centralidad económica de la ciudad... 
¿Puede darse esto en Badajoz?. De hecho, en los años ‘80 se han producido ciertos amagos en esta dirección. Bastantes profesionales nos instalamos, incluso nuestros centros de trabajo, en el casco, justo en el momento de mayor decadencia; sin embargo, una buena parte hemos huído años más tarde, fundamentalmente porque la degradación no se frenaba. Por otra parte, este modelo provoca especulación y ha conllevado en aquellas ciudades en las que ha tenido éxito la expulsión de la población tradicional del centro. 
b) La inversión pública, recuperando para usos institucionales muchos edificios, instalando equipamientos, comprando viviendas para su restauración y reingreso en el mercado, financiando la restauración... El casco histórico de Cáceres ha participado en parte de este modelo, como el de Santiago o el de Toledo, pero hay que decir que estos dos últimos nunca han llegado a estar tan degradados como el de Badajoz. Y, sobre todo, ¿tiene el casco de Badajoz un valor que justifique tan cuantiosas inversiones en una ciudad que tiene todavía carencias importantes en infraestructuras y equipamientos?. ¿Podría no obstante servir el Centro para obtener estas dotaciones?. Pero también, ¿merece de hecho la pena la conservación del casco antiguo de Badajoz?"

REF: Baigorri, A. (1997) "Apuntes de gentrificación. ¿De la decadencia a la recuperación del casco antiguo de Badajoz?", Jornadas sobre el Casco Antiguo, Colegio de Arquitectos de Extremadura, Badajoz

La primera parte del texto se recicló, para la ocasión, de una charla que había impartido en un curso sobre dinamización comercial del casco antiguo dirigido a jóvenes emprendedores.

ENlace al texto